domingo, 20 de septiembre de 2009

Amor ciego


No supe cuanto me quería hasta que se ahorcó por mí.
La verdad es que fui una egoísta al comprarme aquellos zapatos de tacón cuando en realidad no me hacían falta, me quedaban bien... sí, pero no los necesitaba. Y mira que me dijo veces que limpiara bien nuestra habitación, pero soy tan inútil que él siempre encontraba polvo en alguna estantería. Además el otro día me quedé dormida y no me dio tiempo a dejarle la comida lista para cuando llegase del trabajo, y encima no quedaban cervezas en la nevera.. soy un desastre de esposa. Ay.. con lo que él me quería, y yo no era capaz ni de satisfacerle en la cama. Es verdad que bebía un poco, pero pobre, es normal que necesitara distraerse con los amigos de vez en cuando, con todos los jaleos que traía del trabajo solo le faltaba llegar a casa y tener que aguantar las estupideces que yo le contaba.
Hay que ver lo mala esposa que fui, y que bueno fue él.. no dudó en quitarse la vida una vez me la hubo quitado a mí.

viernes, 4 de septiembre de 2009

Los diez mandamientos de España

Lo que hoy voy a escribir va en homenaje a mi vecino José, pues fue él quien me lo contó por vez primera. A él se lo contaron uno de aquellos días en el que el pan se ganaba corbella en mano, segando de sol a sol. Ahí va.




Los diez mandamientos de España.




Primero. España pobre y sin dinero.


Segundo. La revolución por todo el mundo.


Tercero. Echa la mejor res al caldero.


Cuarto. Ninguno come y todos están hartos.


Quinto. Aprieta bien el cinto.


Sexto. Es verdad todo esto.


Siete. La contribución que apriete.


Ocho. Tanto aprieta que se rompe el corcho.


Nueve. Todos hablan y ninguno se atreve.


Diez. De un rabo escoba sale un juez.




Ignoro cuantos años de vida pueden tener estos mandamientos, pero es curioso comprobar que no están muy desfasados en la actualidad.