jueves, 9 de septiembre de 2010

Hielo = Vida



Me enteré hace unos días de que gracias al deshielo en el ártico se ha reabierto la ruta marítima por este océano, lo que permitirá a los mercantes viajar por ella como alternativa al canal de Suez, aminorando considerablemente los costes del viaje e incrementando también considerablemente los beneficios. A parte de esta noticia también escuché que las petrolíferas están troceando (de forma metafórica) el océano ártico, pues los sondeos demuestran que existen grandes reservas de crudo y gas natural bajo sus aguas.

Estas noticias tan fabulosas para la economía mundial me hicieron preguntarme como afectarían al gran olvidado, el medio ambiente, y la conclusión es tan tajante como real: Sin hielo no hay vida.

El krill ártico (Thysanoessa raschii) es un pequeño crustáceo de unos 25 mm de longitud que forma la dieta básica de numerosas especies animales árticas, como distintas especies de ballenas, focas, numerosos peces y aves marinas. Este crustáceo a su vez se alimenta de fitoplancton y zooplancton, los cuales necesitan el hielo como soporte para su reproducción y existencia en general. Si este hielo desaparece como está sucediendo en los últimos tiempos también desaparece el alimento del krill, por lo cual su población desciende y con ella las poblaciones de seres vivos que dependen de el para sobrevivir.


Para agravar todavía más la situación del krill es un producto bastante demandado por el ser humano, sobretodo en los mercados de Japón, Corea del Sur, Ucrania y Polonia, así pues este hecho todavía ejerce una mayor presión sobre sus poblaciones.


La pérdida de superficie helada ártica aparte de perjudicar seriamente y de forma directa a todos los eslabones de la cadena trófica también afecta gravemente a una de las "especies bandera", el oso polar. Este mamífero está tan adaptado al ecosistema ártico que precisa del hielo para sobrevivir, así pues su método de caza tradicional se basa en esperar junto a los respiraderos existentes en la capa de hielo hasta que asoma alguna foca o pequeño cetáceo en busca de oxígeno y así abatirlo. Sin este método le es casi imposible hacerse con una presa, pues las focas suelen encontrarse en las orillas del océano y si perciben alguna clase de amenaza como puede ser el acecho de un oso polar estas se sumergen en las aguas donde el oso no tiene ninguna oportunidad.

Sabiendo todo esto me resulta sorprendente comprobar que todavía (no sé si decir más que nunca) hoy por hoy nuestros representantes y mandatarios siguen apostando por la extinción masiva con múltiples beneficios económicos antes que por una gestión sostenible que permita a cada ser vivo de este planeta seguir en él.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

La importancia del compromiso

Muy buenas a todos/as, ya estoy de vuelta de mis vacaciones veraniegas y me gustaría empezar el curso lectivo en mi blog hablando sobre el compromiso personal, ya que es algo que siempre he tenido muy presente y mucho más en estos últimos meses, meses en los que este concepto me ha hecho pensar bastante sobre el tema.


A todos nosotros a lo largo de nuestras vidas se nos presentan ocasiones en las que nos abordan situaciones de compromiso, si disponemos de total libertad podremos elegir entre comprometernos o no comprometernos, y si elegimos el hacerlo lo elegimos de forma totalmente voluntaria. Este concepto es importante, la voluntariedad, pues ya sea en el hecho de casarse, el de aceptar un trabajo o apuntarse a una ONG lo haremos utilizando la libertad que poseemos, libertad esta que va asociada a una responsabilidad, así pues entendemos que en una sociedad como en la que vivimos y con una edad superior a los 18 años nuestra libertad legal es casi total, (obviamente no podemos ir por nuestro pueblo o ciudad rompiendo mobiliario urbano), y es por ello que la responsabilidad de la que va acompañada dicha libertad es muy elevada.

Teniendo esto claro vemos que una vez acatado un compromiso no es lo más cívico dejarlo de lado cuando nos venga en gana, pero sobretodo no es cívico si tus acciones repercuten en una o
más personas ajenas a ti. Por ejemplo, no nos cabría en la cabeza ver que cuando sucedió el terremoto en Haití los voluntarios de Cruz Roja allí desplegados hubiesen dejado sus labores de rescate a un lado para ver un partido de fútbol mientras beben unas cervezas y fuman unos cigarros, justificándolo en que su labor es voluntaria y tienen pleno derecho. Algo distinto son los compromisos en los que el único afectado eres tu mismo, pues en esa situación únicamente tu pagas las consecuencias.


Todas estas ideas pintan muy cívicas y responsables aquí escritas, pero claro está que todos hemos roto algún compromiso importante con terceras personas y que seguiremos haciéndolo durante el vivir, ya que es algo humano aunque no por ello justificado, pero va bien ordenarlas y autoconvencerse de vez en cuando con los principios de uno mismo, para poco a poco errar menos con estos fallos por muy humanos que sean, pues igual de humanos son el odio y la venganza y no por ello recomendables.

"Nada niega tanto el valor de nuestras convicciones, como la necesidad de desembarazarnos de un compromiso. Nos impulsa a querer burlar incluso a los que creemos más sabios e inteligentes que nosotros mismos." Carlos F. Ayala

"El compromiso es la respuesta valiente de quienes no quieren malgastar su vida sino que desean ser protagonistas de la historia personal y social" Juan Pablo II