sábado, 19 de mayo de 2012

En la noche del gato negro


De noche todos los gatos son pardos; todos menos el gato negro, éste desaparece y simplemente observa. Su noche es aquella que no creías que llegaría, aquella que intuías y no querías aceptar, aunque veías como atardecía poco a poco por poniente. Mientras tanto él contempla con sus dos grandes faros color ámbar como tú, pobre desdichado, te quedas sin nada y lo obtienes todo. Te mira y con su profunda mirada te dice algo como: “tú, que cuando el sol reinaba en lo alto te creías tan fuerte y digno de habitar y dominar esta tierra y sus saberes, tú, que tanto has creído saber de la vida cuando era de día, tú, el que ahora llora perdido sin reconocer su entorno, el que ha visto desaparecer sus posesiones al mismo tiempo que la luz del día se marchaba, sí tú, veamos de lo que eres capaz ahora en la oscuridad, demuestra que nada necesitas, pues ya lo tienes todo, nada te quitó mi reino de tinieblas que la vida te haya dado al nacer, así pues adelante, todo lo tienes y nada te queda, demuéstrame tu naturaleza más pura”.

Esa es su noche, y en ella lo único que puede hacer uno es levantarse, levantarse y aceptar que nada tiene, y al mismo tiempo comprender que nada necesita. Sólo entonces se podrá contemplar la noche con los mismos ojos que el gato negro, sólo entonces se podrá admirar el firmamento en toda su grandeza y, sólo entonces, levantándose y caminando, uno podrá despojarse del miedo, pues éste no es más que desconocimiento, no es más que aferrarse a lo perdido o a lo que pueda venir y no vivir la maravilla del presente, el miedo es el no fluir con la vida, dejándose llevar, aunque el cauce pase por las grutas más oscuras.

Así es la noche del gato negro, una maldición para quién no se levanta en medio de la oscuridad y una bendición para aquel que es capaz de mirarla a los ojos, sin juzgarla, y extraer de ella todo su significado. Y así es el gato negro, el reflejo nocturno de tus miedos, aquel que te mira impasible, desafiante, esperándote... pues nada es más importante para él.