De
noche todos los gatos son pardos; todos menos el gato negro, éste
desaparece y simplemente observa. Su noche es aquella que no creías
que llegaría, aquella que intuías y no querías aceptar, aunque
veías como atardecía poco a poco por poniente. Mientras tanto él
contempla con sus dos grandes faros color ámbar como tú, pobre
desdichado, te quedas sin nada y lo obtienes todo. Te mira y con su
profunda mirada te dice algo como: “tú, que cuando el sol reinaba
en lo alto te creías tan fuerte y digno de habitar y dominar esta
tierra y sus saberes, tú, que tanto has creído saber de la vida
cuando era de día, tú, el que ahora llora perdido sin reconocer su
entorno, el que ha visto desaparecer sus posesiones al mismo tiempo
que la luz del día se marchaba, sí tú, veamos de lo que eres capaz
ahora en la oscuridad, demuestra que nada necesitas, pues ya lo
tienes todo, nada te quitó mi reino de tinieblas que la vida te haya
dado al nacer, así pues adelante, todo lo tienes y nada te queda,
demuéstrame tu naturaleza más pura”.
Esa
es su noche, y en ella lo único que puede hacer uno es levantarse,
levantarse y aceptar que nada tiene, y al mismo tiempo comprender que
nada necesita. Sólo entonces se podrá contemplar la noche con los
mismos ojos que el gato negro, sólo entonces se podrá admirar el
firmamento en toda su grandeza y, sólo entonces, levantándose y
caminando, uno podrá despojarse del miedo, pues éste no es más que
desconocimiento, no es más que aferrarse a lo perdido o a lo que
pueda venir y no vivir la maravilla del presente, el miedo es el no
fluir con la vida, dejándose llevar, aunque el cauce pase por las
grutas más oscuras.
Así
es la noche del gato negro, una maldición para quién no se levanta
en medio de la oscuridad y una bendición para aquel que es capaz de
mirarla a los ojos, sin juzgarla, y extraer de ella todo su
significado. Y así es el gato negro, el reflejo nocturno de tus
miedos, aquel que te mira impasible, desafiante, esperándote... pues
nada es más importante para él.
Estimado amigo como siempre un placer pasear por tu blog. Un saludo cordial.
ResponderEliminarEl placer es mío de que sigas pasándote por aquí! siempre es una alegría :)
ResponderEliminarMe encantó este escrito, y la velocidad en su creación fue digna de alabanza. Que bueno que por fin publicaras algo después de tanto tiempo. Un abrazo ^^
ResponderEliminarMe alegra que te guste, a ver si me inspiro más a menudo y tengo un poco más al día el blog :) .
ResponderEliminarUn saludo y cuídate!