martes, 16 de noviembre de 2010

¿Qué está pasando en El Aaiún?

¿Qué está pasando en El Aaiún?, esa es la pregunta que seguramente nos haremos muchos de nosotros en estos días confusos en los que el Sáhara Occidental está ocupando múltiples titulares periodísticos y noticias destacadas en informativos. Sabemos que hay combates, que hay manifestantes y que hay exiliados, pero alrededor de todo eso no conseguimos percibir una causalidad clara, unos protagonistas con nombres y apellidos, un hilo visible de todo lo sucedido y por suceder. Por todo ello voy a intentar desde este humilde blog desmontar un poco la historia de la región para así comprender mejor entendimientos y disentimientos, para, por lo menos, poder opinar a nuestro soberano juicio.

No puede percibirse el conflicto actual del Sáhara Occidental sin remontarse y dar un breve repaso a los tiempos en que este territorio formaba parte del reino de España, primero como colonia y más tarde como provincia. En el año 1884 fue reclamada por España la región del Sáhara occidental, pasando dicho territorio a formar parte de las colonias españolas de la época, pero no fue hasta el año 1958 cuando esta región paso a ser una provincia española más. Más tarde, cuando Marruecos se independizó completamente de Francia y España reclamó de inmediato el Sáhara occidental como propio, pero sin llegar más lejos de dichas pretensiones, aunque Mauritania no tardó en hacer conocer sus reclamaciones territoriales sobre la misma región, seguramente alentada por las presiones que ejercía la ONU sobre España para que está descolonizara el territorio. Con este panorama de opresión y acecho no es de extrañar que en el año 1973 se fundara el tan nombrado actualmente Frente Polisario, el cual se levantó en armas contra la ocupación española de la época.

A partir de este punto de la historia esta se torna más cruel para la región, ya que tanto los países involucrados como los organismos internacionales la dejan al buen amparo del destino, con sucesos clave que marcarán la vida de los habitantes del Sáhara Occidental hasta la situación de la que hoy son protagonistas. En el año 1974 España anunció su plan de hacer un referéndum para dotar al pueblo saharaui de mayores libertades, es decir, quería poner a voto popular ciertas leyes y competencias para así (opinión personal hasta punto y seguido) conseguir que en un tiempo este pueblo pudiese consolidarse como estado, y a la vez España quitarse un lastre y abandonar la región. Al enterarse Marruecos de dichos planes españoles este se opuso de pleno a ellos, pues tenía intereses en la región y no le convenía que esta se formase como un estado independiente, así pues la ONU obligó a España a suspender el referéndum y a acudir al Tribunal Internacional de Justicia de La Haya, tribunal que, sin mojarse en el asunto para quedar bien con las dos partes condenó las pretensiones de Mauritania y Marruecos sobre la zona pero no reconoció el derecho a la autodeterminación del Sáhara Occidental, quedando este, como he mencionado anteriormente, al amparo del buen destino.

De cualquier modo unos meses más tarde de que el Tribunal de La Haya hiciese pública su opinión, en noviembre de 1975, el rey Hassán II de Marruecos empezó la conquista del Sáhara Occidental a la vez que España organizaba su Operación Golondrina para evacuar a todos sus ciudadanos y militares de la región. Con todo esto sobre la mesa Mauritania tampoco quiso perder oportunidad y empezó la conquista de la zona, culminando finálmente en un acuerdo en 1976 entre Marruecos y Mauritania en el que se repartían el territorio. A pesar de todo el Frente Polisario no se mantuvo inactivo y emprendió una guerra de desgaste contra los invasores que logró hacer recapitular a Mauritania para que abandonara la zona conquistada, aunque una vez conseguida dicha desocupación la zona fue ocupada de inmediato por fuerzas marroquíes, haciéndose así estas con la totalidad de la región.

Llegados a este momento de la historia todo lo que continúa han sido rifi-rafes por parte de Marruecos y el Frente Polisario, con la única variación de que este último ha adoptado una postura de protesta pacífica contra la ocupación marroquí. Así pues y con todo esto en la cabeza ya podemos analizar desde otra perspectiva todo lo sucedido en los últimos meses, desde la huelga de hambre llevada a cabo por la activista saharaui Aminatou Haidar en el aeropuerto de Lanzarote hasta el reciente desmantelamiento militar del campamento de protesta en El Aaiún por parte de las fuerzas marroquíes, aunque me centraré en este último suceso.

El pasado 24 de octubre la policía marroquí presuntamente asesinó al menor Elgarhi Nayem cuando viajaba en coche con otros saharauis sin más motivo (según la parte saharaui) que llevar agua, comida y medicinas al campamento de protesta contra la ocupación marroquí alzado en las proximidades de la ciudad de El Aaiún, capital del Sáhara Occidental. Este hecho fue la chispa que hizo que la prensa internacional centrara su atención en la región, ya que campamentos como el mencionado han habido varios en otras ocasiones y no han tenido la repercusión social que está teniendo este. A la vez la muerte del joven saharaui formó el caldo de cultivo idóneo para que los protestantes allí acampados se manifestaran con mayor intensidad, suponiendo esto un peligro para las autoridades marroquíes presentes en la zona, ya que en un acto de rebelión del pueblo saharaui podrían verse superadas y perder el control del territorio. No se hizo de esperar la respuesta marroquí de desmantelar el campamento de protesta (en el que había unas 7.000 jaimas o tiendas) mediante la fuerza; privando a la vez a los periodistas internacionales de establecerse en la zona y tomar fotos, vídeos y sonidos, hecho este que contrasta enormemente con la tranquilidad que intenta infundir el gobierno marroquí en sus comunicados oficiales.

El desenlace de esta historia ya es bien conocido por todos, pues desgraciadamente se ha repetido numerosas veces en la historia de la humanidad: muerte, dolor, heridos y libertades y derechos pisoteados y prostituidos. Como conclusión puede decirse que el destino del Sáhara Occidental es incierto, ya que ni países con responsabilidades como España ni organizaciones como la UE y la ONU son lo contundentes y estrictas que deberían ser, aun así lo que si es cierto dentro de esta confusa bruma es que si Marruecos continua con este estado policial en la región no es difícil imaginar la gestación de una posible guerra civil de liberación.

3 comentarios:

  1. Muy buena síntesis del tema, la explicación histórica me ha ayudado mejor a entender el asunto. La verdad es que es una vergüenza cómo se está tratando éste y otros muchos problemas y todo por los intereses que tienen los países entre ellos, que están todos comprados. Si te das cuenta verás cómo en las noticias sólo salen ataques contra gobiernos como el de Chávez (que también tiene su tela) pero fíjate cómo no condenan tanto las barbaridades que se cometen en Marruecos, porque como es amiguito de España... En un libro que leí recientemente contaba cómo una estudiante marroquí había sido atada desnuda durante largas horas por haber estado presente en una revuelta estudiantil. Era la única mujer que se había rebelado y tenía la regla... así que imagínate la escena.
    La pena es que tienen que pasar desastres como el del Aaiun para que la opinión pública se de cuenta de que están pasando cosas que se intentan ocultar. Hay tantas cosas que no sabemos...

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  2. Me alegra mucho que te haya ayudado a comprender mejor la crisis de la región :) , ya que yo mismo escribí esta entrada para conseguir entenderla porque no tenía mucha idea de lo que estaba sucediéndo realmente. Por cierto, ¡vaya salvajada lo de la estudiante marroquí!, la verdad es que tienes mucha razón al decir que nos ocultan verdaderas atrocidades, y es una lástima que las sociedades no reaccionen como es debido.

    Un saludo Lu :)

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  3. Es vergonzoso, la verdad. Y que tengan que salir ocultos algunos testigos, como salieron, para hablar sobre las barbaries ocurridas en el lugar... Muy bueno, Christian, como siempre. Quería haberlo leído en su momento, pero no tuve el momento, esto de no tener internet en casa... Besos!

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