"Hipocresía: Fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan." Real Academia Española.
Quién me conozca mínimamente sabrá que aunque viva en Alcora es muy poco lo que conozco sobre este municipio, aspectos como su historia, su gente, sus festejos y su política se me escapan de las manos; no obstante, desde hace un tiempo me he ido interesando por aquello que ha hecho que este pueblo se alce uniendo sus voces al grito de "No a la incineradora", acudiendo a la primera concentración de repulsa por dicho motivo e intentando seguir el desarrollo del movimiento de protesta. Este interés me ha llevado a madurar ideas que me gustaría argumentar aquí, y lejos de querer desprestigiar una protesta tan legítima como la que acontece en Alcora, si que quisiera que reflexionásemos sobre la hipocresía de ciertas instituciones, que al fin y al cabo viene a ser la hipocresía de ciertas personas.
La primera pregunta que me abordó cuando me sumergí en este tema fue la siguiente: ¿cómo un partido político que predica las ideas de creación de empleo a toda costa, sin tener en cuenta posibles daños ambientales, ahora de repente tiene un arrebato de civismo?, es decir, ¿cómo es posible que aquellos que aplauden la creación de empleo destruyendo playas y parajes naturales ahora protesten por algo que sigue sus mismas lineas de actuación?, ¿es que acaso es más perjudicial una incineradora aquí que una planta petrolífera en Castellón?. Con estas preguntas en la cabeza y un poco de curiosidad podemos llegar a otras cuestiones como esta: ¿puede ser que el ayuntamiento esté utilizando de forma populista este asunto para así ganar la simpatía de sus conciudadanos, y por lo tanto, sus votos?, o es que, ¿acaso el PP local tiene una ética y unos valores completamente distintos a los del PP provincial, autonómico y estatal?.
Todas estas preguntas por si mismas no son más que meras confabulaciones, ya que cada cual podrá darles mayor o menor importancia según cual sea su ideología, pero a veces, estas confabulaciones son acompañadas de hechos que, por suerte o por desgracia, pueden respaldar la supuesta hipocresía de las personas, como sucedió el pasado domingo veintiocho de agosto, día en el que el ayuntamiento de Alcora retiró la imponente pancarta que hacía lucir en su fachada. Ese mismo día visitó el municipio Don Javier Moliner, presidente de la diputación de Castellón; y al día siguiente, veintinueve de agosto, la pancarta volvió a reivindicar desde el ayuntamiento la negativa a la incineradora. ¿Casualidad o hipocresía?.
Ojalá la incineradora nunca llegue a buen puerto, ojalá los alcorinos y alcorinas sigan echándose a la calle para protestar por algo que, muy lógicamente, no es justo, pero tengamos cuidado y no nos enredemos en esos tejemanejes políticos que hacen del clamor de un pueblo un instrumento para conseguir objetivos no tan nobles.
Ser político, es también un oficio. Posiblemente todos ellos estén en desacuerdo de tener cerca de sus casas una incineradora pero, como políticos tienen que dar su imagen. Un político es elegido, y como si de un producto se tratara, se ha de anunciar. Esa es la realidad y tampoco es mala del todo. Nadie es fiel siempre a sus valores cuando esos valores son incongruentes con sus necesidades. La incineradora lejos de casa es igual a trabajo para unos cuantos, pero cerca de casa es igual a un peligro para la salud. Ahora sí, tengamos claro que si en la manifestación (no en esta, sino en todas) nos hicieran llevar la cara tapada e ir de incógnito, mucha gente y más aquella que vende su imagen (como los políticos)no hubiera ido. Pero es comprensible pues ese es parte de su trabajo...Son personas y nosotros también, y como personas cambiamos de ideas y protestamos por diferentes cosas en base a las circunstancias. Somos así...qué le vamos a hacer. ;)
ResponderEliminarGracias por comentar Cruz :) . La verdad es que entiendo lo que dices, pero me da lástima que hayamos banalizado el tipo de política que se lleva a cabo en estos tiempos, donde simplemente se miente y se cambian de valores por intereses populistas, desvirtuando de este modo el concepto de política, a decir verdad, creo que muchas personas, sobretodo jóvenes, pasan y se desencantan de la política por este mismo hecho.
ResponderEliminarUn saludo ;)