martes, 3 de diciembre de 2013

Betún


Y aquí estoy, leyendo a la luz de la luna sin encontrar una respuesta. De hecho, siempre creí que conocía todo lo que un buen zapatero debía saber. Descosidos, roturas, suelas y bordados no son ningún misterio para mí, ya que tanto la dama más elegante como el hombre más tosco quedan satisfechos con la calidad de mi trabajo. Pero ahora, en esta fría noche, qué poca utilidad tiene tanto conocimiento; qué poco tiene que decir la razón frente al amor; qué difícil se me hace dejar huella en su corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario