La roja ha ganado el mundial, y en la madrugada del 12 de julio de 2010 España fue uno de los mayores consumidores de cocaína y alcohol del mundo, además de gastar toneladas de carburante entre todos los españoles por ir a celebrar con nuestros vehículos la gran victoria.
En esta pasada madrugada me sorprendí por dos razones, la primera por el ya mencionado despilfarro a causa de una victoria que no va a solucionar nuestros problemas, sino que únicamente nos va a drogar durante una temporada a base de ego y honor patriótico. La segunda razón fue por la gran unidad en la que se sumió el pueblo español durante unas horas, durante ese tiempo todos fuimos amigos, todos fuimos una piña, hubiésemos conseguido lo imposible aunque nadie nos hubiese creído. Al ver esa imagen me vino a la memoria aquella explicación en clase de historia de la revolución francesa, en la cual el profesor nos dijo que si un pueblo entero se unía para conseguir un fin ninguna autoridad podría pararle los pies.
Al ver todo esto me dio lástima el pensar que mal gestionamos nuestro "patriotismo", ya que si toda esa energía gastada esta pasada madrugada la invirtiéramos en querer que España fuese el primer país en independizarse de las energías fósiles, o en impedir que más mujeres muriesen en manos de sus parejas no me cabría duda alguna de que lo conseguiríamos.
Aparte de todo esto creo que es por lo menos curioso hacer unos números. Veamos, cada jugador de la selección española ha cobrado por su victoria 600.000€, y el coste para mantener un niño nacido en el año 2009 desde que nace hasta la edad de 17 años con un nivel de vida de occidente es de 176.500€. Es decir, que cada jugador podría mantener sin problemas a 3 niños hasta que estos cumpliesen 17 años, dándoles un nivel de vida occidental, esto es que dentro del precio se incluye educación, viajes, videoconsolas, etc.
La selección española consta de 23 jugadores, por lo que el total cobrado por estos es de 13.800.000€. Así con una sencilla división comprobamos que con este capital se podrían mantener 78 niños hasta casi su mayoría de edad.
Esto no dejan de ser más que números, pero da lástima cuando se ve desde el prisma de que cada tres segundos muere un niño de hambre según la ONU.
En fin, las petroleras seguirán chupando crudo, las prostitutas seguirán en las esquinas y nosotros seguiremos pagando nuestros gastos, pero "somos" campeones del mundo y eso es lo que importa.
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