martes, 14 de enero de 2014

Creencias

Vivimos en un mundo de creencias.

"Me echaron del trabajo un mes después de que mi mujer me dejase. ¿¡Qué voy a hacer ahora!? A mi edad nadie me contratará y menos aún sin tener formación... Y lo que es peor todavía, ¿quién me amará? Estoy tan solo. Soy feo, medio calvo y tengo tripa, nadie se fijará en mi así. Mi vida es un desastre..."

Bien, ahora pon un "me creo que" delante de cada frase.

"Me creo que me echaron del trabajo un mes después de creer que mi mujer me dejó. ¿¡Qué voy a hacer ahora!? Me creo que a mi edad nadie me contratará ya que me creo que no tengo formación... Y lo que me creo que es peor todavía, ¿quién me amará? Me creo estar tan solo... Me creo feo, medio calvo y con tripa, me creo que nadie se fijará en mí así. Me creo que mi vida es un desastre".

Acabamos de transformar sentencias o hechos cerrados en creencias. Más bien, no acabamos de transformarlas, sino que acabamos de darnos cuenta de que son creencias, y una creencia no es un hecho, sino que depende de la decisión personal de ser creída o no. Esto abre la mente a la libertad y a las infinitas posibilidades. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario